Proximamente!! ENTORNO #16: Entre sueños y burbujas
Mensaje del Editor por Javier Roman
Wall Street se emborrachó, no hay duda de ello. La pregunta es: ¿Cuánto tiempo le llevará estar sobrio y tratar de no utilizar todos esos instrumentos financieros sofisticados?”, preguntó George W. Bush con las “cámaras apagadas” hace dos años, al comienzo de la crisis inmobiliaria que precipitó la gran recesión. Una sombría contestación de Paul Krugman aparece en su columna del New York Times del pasado 28 de junio. Este argumenta que no estamos en el inicio de una recuperación, sino ante una tercera gran depresión provocada por una falla de los Gobiernos en sus políticas económicas para paliar la crisis, estos se están “obsesionando con la inflación, mientras la verdadera amenaza es la deflación, pregonan la necesidad de ajustarse el cinturón cuando el verdadero problema es el gasto inadecuado […] Se trata de la victoria de una ortodoxia que tiene poco que ver con el análisis racional, y cuyo principio central es que la manera de mostrar liderazgo en tiempos difíciles es imponiéndole sufrimiento a otras personas”. En Puerto Rico, recién entramos en el periodo de mea culpa. Jorge Junquera, notado oficial financiero declaró recientemente, que: “No hay duda de que se nos fue la mano a todos […] se le quiere atribuir el colapso a la banca, pero todos tuvimos la culpa”, según reportado por Luisa García Pelatti. El contenido de la presente edición trata de insertar la arquitectura en esta discusión. Para ello se necesita sinceridad, autocrítica, compromiso y solidaridad, entre otros valores que, en el mundo de sálvese quien pueda, son muy difíciles de encontrar.
Comenzamos con un cuestionario a los decanos de las escuelas de arquitectura de Puerto Rico en el contexto de la crisis, seguido de una selección de proyectos nacidos en la postrimería del boom económico (antes de estallar la burbuja inmobiliaria). El tema es complementado por un Dossier con artículos que analizan distintos ángulos e indicadores de la recesión: su origen, sus contextos y su posible futuro. El Proyecto de la Edición muestra varias obras de Mayagüez 2010, no exentas del clima económico. Por otra parte, el presidente saliente Tony Moreno esboza argumentos a favor del importante Proyecto del Senado 1381, que busca diferenciar las prácticas de la arquitectura y la ingeniería, y Jaime Fournier nos habla de su experiencia con Architecture for Humanity y del trabajo de la organización en Haití. Concluimos con la segunda parte del artículo sobre Urbano Green Works y su búsqueda de una alternativa al automóvil típico, no sin antes conversar con el artista de portada, Jason Mena, a la vez que José Fernando Vázquez comparte con nosotros su experiencia en el Milan Design Week 2010.
Al tiempo de la pregunta de Bush, una amiga indagó; “¿Cómo la crisis afectará la arquitectura?” Al mirar la pobreza en que viven la mayoría de las gentes en las temidas “repúblicas bananeras”, vemos que con esta coexisten palacios, mansiones, clubes, colegios, teatros y boutiques de primer orden. El poder, en cualquier forma —ya sea de narcopresidente, hacendado, capo, dictador de derecha o izquierda— siempre contará con una banda de bufones, mayordomos y socios de toda calaña dispuesta a servirle incondicionalmente al mejor postor. Mientras exista el poder, la arquitectura nunca desaparecerá. La pregunta es: ¿a qué poder queremos que le sirva? ¿Al de unos pocos revoltosos fieles al dios del libre mercado y la desregulación? ¿O al de las multitudes que exigen que los Gobiernos funcionen para lo que fueron creados? Y, en voz de Krugman: “¿Quién pagará por el triunfo de esta ortodoxia?” Su respuesta: “Las decenas de millones de trabajadores desempleados, muchos de los cuales estarán sin trabajo por años y algunos de los cuales nunca volverán a trabajar”.
En el viejo horizonte rojo y azul los paisajes políticos se desdibujan, toda vez que una generación que ha guisado hasta la bancarrota, nos deja ahora las migajas, los platos rotos y la cuenta. Ya han reclamado una de sus sillas, ¿qué más se llevará por delante esa ortodoxia aterrada por un mundo que no entiende? Como indican los decanos, no se trata de reinventar la arquitectura, sino de que las oportunidades de que exista a la altura de los tiempos, tal y como está planteada, son pocas.
Agradecido de tener nuevamente el privilegio de servirles, aprecio el esfuerzo de todos los arquitectos en proveer el material para esta edición, no empece la mezcla de crisis y verano en que esta se terminó de gestar. Sin más, invito a los muchos a contemplar las verdades que ensordecen: que el silencio siga siendo cada vez, de los menos.