Corazones de concreto por Carmen Graciela Díaz via el Nuevo Día
“Con el tiempo y las variaciones en la arquitectura y el espacio urbano, la estética de la plaza pública -en ciertos casos- ya no guarda tantos guiños con la tradición de décadas atrás. No es extraño que la fuente, los bancos, las farolas y los colores conversen un idioma que los ciudadanos encuentran ajeno a su lugar de origen. Hoy, desplazarse por las plazas puertorriqueñas permite advertir desde esculturas vanguardistas hasta diseños opacos que distan de la apariencia pintoresca tradicional. Para bien o para mal, esos retoques tienen la potencia de incidir en la actividad sociocultural de un municipio.”